21 enero 2009

Entre el Cielo y la Tierra

Miramos al cielo como si ello no fuera con nosotros.

Miramos a la tierra como si fuera lejana.

Miramos el agua carente de vida.

Miramos a los demás como extraños.

No nos miramos a nosotros mismos... nos desconocemos.

Entre cielo y tierra,
no hay palabra alguna,

Desde dentro hacia afuera,
no existen lagunas.



15 enero 2009

Kamiza. Experiencias personales

Kamiza...

palabras...

imágenes...

... que comunican, ... que nos enmudecen... que nos confunden... que no nos dicen nada... que nos lo dicen todo, incluso el todo que no somos capaces de ver ni sentir... que nos aportan luz... que nos iluminan... o que oscurecen nuestro corazón altivo... o que sanan nuestro corazón sediento... que resuenan... que vibran... con sus sílabas resonantes... sílabas divinas... sílabas de lo divino... sobre lo divino... sobre nosotros mismos...

Ka-mi-za...

Un puerto de partida, primera parte-

Arrodillado ante el kamiza... me permito la unión, me la permito.

Éste es el sitio de partida para el resto de la práctica.

Éste es el puerto a partir del cual sé a dónde voy, a dónde me dirijo.

Éste es un lugar de luz para empezar el camino a través de la penumbra del que busca, que me indicará cuánto me estoy alejando, y de cuán lejos deberé volver, a casa.

... así lo quiero. Así lo elijo. Así va a ser. Así es.

Su fuego, su agua, su aroma, su amor, su vibración... todos los elementos dispuestos en él resuenan en mí, se despiertan en mí, me despiertan.

Sus elementos... mis elementos... yo ... lo divino... en mí... en nosotros.

Lo divino que ya somos, pero que obviamos, o que acallamos, o que escondemos, o que no nos permitimos escuchar.

...

Me siento despierto de kamiza, imbuido, integrado .... y siento el instante en el cual quiero cerrar los ojos, y en Zenjou-in, sólo respirar... y así... dejar macerar, natural.

... sólo respirar.

... sólo respirar

El momento de partir se dispara desde el interior, el momento del partir hacia el resto de la práctica, a la cual voy a entregarme. Es el momento de levantarse. Me entrego, postrado, en agradecimiento de lo que se me ha concedido, de lo que me he concedido, postrado ante lo divino, postrado ante mí mismo.

En el resto del viaje interior que me dispongo a vivir, sé que siempre podré volver la vista para reflejarme en él, para saber cuán cerca sigo de casa, cuán lejos me he ido.

Un puerto de llegada, segunda parte-

Marinero del espíritu, marinero en el universo. Trae tu nave de vuelta a casa para alimentar con su calor tu existencia. Tráela a buen puerto, con el regocijo de un niño que se entrega a su madre, en su regazo... es hora de volver a casa ...

...

Muchos son los caminos que he tomado hoy.

Muchos no supe elegirlos, me fueron dados, y no supe afrontarlos.

Otros los quise pero no pude adentrarme... se me negaron.

Perdí el kamiza, encontré el kamiza...

Volví la vista... a veces lejos, a veces cerca. A veces dentro, a veces fuera.

...

Navegante, mira las estrellas, ellas te guían. Su luz, Su fuego...

Navegante, no pierdas el agua por la que vienes navegando, pues no podrás llegar sin ella.

Navegante, vuelve completo, vuelve UNO,

en cuerpo, mente, y espíritu.

...

.... arrodillado... de nuevo... aquí... ahora... en mí... con vosotros... juntos... he vuelto al principio... cerrando el círculo, todo vuelve de donde nace ... todo vuelve de donde perece... todo vuelve.



-- Kohai Mu